El verano de los juguetes muertos de Toni Hill
Una vez más, el azar ha sido el responsable de la elección
de ésta, que ya es, la última novela que he leído y que reseño. Un elección a
ciegas, puesto que no conocía ni el autor ni la obra, entre cientos de libros
de la biblioteca (que Dios bendiga las bibliotecas públicas). Y una vez
terminado el libro, me sorprendo al ver que tiene bastante fama, que muchos
blogueros han comentado sus impresiones sobre él y que incluso ha sido
traducido a varios idiomas, que cuenta con una segunda parte y con un proyecto
para adaptarlo a la pequeña pantalla en forma de miniserie.
Llego tarde, por lo
tanto, a la tarea de su difusión, su alabanza o condena cibernética. Pero, por
si alguien ha estado en los últimos años viviendo, como yo, en los clásicos,
aquí os dejo su sinopsis y algunos datos sobre su autor para comentar después
mi opinión.
Sinopsis
Tres muertes inexplicables
Dos promesas de venganza
Un verano sofocante.
El inspector Héctor Salgado lleva semanas apartado del
servicio cuando le asignan de manera extraoficial un caso delicado. La extraña
muerte de un joven de la alta burguesía barcelonesa va complicándose a medida
que Salgado se adentra en un mundo de privilegios y abusos de poder. Héctor no
solamente deberá enfrentarse a ello sino también a su pasado más turbio, que en
el peor momento y de modo inesperado vuelve para ajustar cuentas.
Los
sueños, el trabajo, la familia, la justicia o los ideales, tienen un precio muy
alto… pero siempre hay gente dispuesta a pagarlo.
El autor
Toni Hill (Barcelona, 1966)
estudió Psicología, aunque ha desarrollado su carrera como traductor en
distintos ámbitos. Se estrenó como escritor en 2011 con El verano de los
juguetes muertos, y conserva a sus protagonistas en la segunda parte Los buenos
suicidas, publicado un año después.
Mi opinión
Llevo
meses lidiando con Los Miserables, clasicazo de inevitable lectura para
cualquiera que, como yo, se diga amante de la literatura, de la historia en
general y del siglo XIX en particular. Pero lo cierto, es que se trata de un
libro demasiado “espeso” y realmente me hacía falta una lectura más sencilla,
más rápida y más adictiva.
Con El
verano de los juguetes muertos, he dado exactamente con lo que necesitaba. Se
trata de una novela muy bien escrita, que rápidamente nos introduce en los casos que han de resolverse (en esta
ocasión, dos por el precio de uno) y nos presenta a unos personajes con los
suficientes matices para que si bien la novela conserve la ligereza del género,
no acabe siendo simplona. Me refiero, a la cantidad de pequeñas subtramas que consiguen hacer de los protagonistas y secundarios, personajes nada planos. En algunos blogs y reseñas sobre la novela, he leído que todas estas pequeñas historias le restaban interés y eficacia a la historia central (al caso a resolver, se entiende) pero yo creo que ocurre justamente todo lo contrario.
Y con
todo, tengo que reconocer que no me ha gustado el final. No porque estuviera
mal resuelto, o fuera precipitado o previsible (para mi, por lo menos, no lo
fue en absoluto). Pero no pude dejar de sentir antipatía hacia las “víctimas”
de este caso. Victimas convencidas de que el fin justificaba los medios, algo con lo que nunca
he estado de acuerdo. Nunca, y en ningún caso.
Unos
personajes como Marc y Gina, que estaban muy cerca de convertirse en aquello
que más despreciaban. Un protagonista
que censura a uno de los personajes mientras disculpa a su superior, siendo
ambos culpables del mismo delito (¿eso no es corporativismo?). Y sobre todo,
una carta escrita desde el pasado que me ha dejado muy mal sabor de boca.
De
todas formas tengo claro que no es obligación de ningún libro dar lecciones
morales. Y en cualquier caso, el título de esta entrada refiere que en esta
ocasión los medios, es decir el desarrollo de la historia, el ritmo de la
misma, su estilo nada pedante, compensan con creces el fin, unas últimas
páginas que, aunque no sean de mi agrado, no anulan la calidad del conjunto.
En resumen, una interesante novela muy recomendable para quienes hayan disfrutado de Carvalho, Bevilacqua y la ciudad de Barcelona.
No conocía el libro, pero después de leer tu reseña, excepto la parte en la que alertas de spoiler jjjj, me han entrado ganas de leerlo. Gracias Maria Iona!
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