viernes, 15 de noviembre de 2013

Requiem por un cine


Que la primera entrada sobre el séptimo arte que hago trate el cierre de las salas de mi ciudad, no augura nada bueno.



Mi pueblo está revolucionado. No se habla de otra cosa, y los que nunca se han manifestado por nada (nada importante se entiende) ahora se despachan a gusto por las redes sociales, amenazando con una de barricadas que ríanse ustedes de la Francia de 1830. Lamentablemente, sospecho, que esa movilización no pasará de un evento en facebook.


Y todo, porque las salas de cine de la ciudad cierran. Evidentemente, son muchas las explicaciones que los mas enterados están dispuestos a dar a cualquier despistado, que en una hora tonta, diga que no le importa escucharlas. Que si el negocio no es rentable, que si no lo es por el abusivo precio de las entradas, que nosotros mismos hemos matado el ocio de nuestra ciudad, que algún político tiene la culpa…. etc etc etc. Cualquier argumento vale.


Y aunque parece ser que el problema radica simplemente en la falta de acuerdo entre el propietario de los cines y el del centro comercial que los alberga, al final la realidad es la misma. Ahora si que si, me va a tocar convertir a series.ly en mi nuevo mejor amigo.


Adoro ir al cine (¿Debería decir adoraba?) Me encanta el ritual de ir al cine. Comprar las entradas, acomodarse en la butaca, chistar al de al lado, bajar con miedo las escaleras después de dos horas de mareos en 3D, comentar los mejores momentos, jurarte a ti misma que no volverás a pedirte el cubo grande de palomitas….

Y ahora que echan el cierre los cines, que es algo así como decir que cierran mis domingos por la tarde, me da por pensar en todas las cosas que dejé en sus butacas….
Me dejé las manos aplaudiendo el beso de Ron y Hermione en Harry Potter and The deathly hallows: Part 2. Me dejé los prejuicios cuando me senté a ver  Kick Ass a regañadientes y quise convertirme en Hit-girl. Me dejé lo poco de adolescente que me quedaba cuando en Tengo ganas de ti, me di cuenta que prefería ver a Quique González cantando el “Aunque tu no lo sepas” que a Mario Cachas sin camiseta. Me dejé la vergüenza, cuando me dormí (si, lo reconozco) viendo Año uno, porque lo cierto es que lo vergonzoso hubiera sido no dormirse. Allí se quedaron muchos euros viendo películas en 3d. Se quedó el dinero, y se quedó la fé en las tres dimensiones hasta que La vida de Pi me hizo creer de nuevo.

Y lo mismo me gustaba ver a DiCaprio poniendo el mundo del revés en Origen, que arrastrarse por los suelos en El Gran Gatsby. Que el cine español a veces lo es como Buried, y otras, además, lo parece como en Que se mueran los feos. Porque ahora quiero tener un monito pequeño como el de El origen del planeta de los simios y disparar balas con efecto como en Wanted.


Que son muchas cosas las que me dejé y más aún las que llevé conmigo. Porque un cinéfilo es de esos pocos afortunados que aprende disfrutando, que disfruta aprendiendo.

Y en cada lugar donde un cine cierra, un cinéfilo llora.


Para los domingos por la tarde no me basta con Antena 3.


sábado, 5 de octubre de 2013

Tag: Harry Potter returns (y II)

Segunda parte de un juego que ha vuelto a dar mucho idem

En esta soporífera noche de viernes, llega la segunda parte de mi tag de Harry Potter, con toda la información que necesitaban mis lectores para poder conciliar el sueño. Ejem, ejem.
Os recuerdo, que la primera parte del tag, la podéis leer un poquito más abajo o pinchando directamente aquí, en el caso de los más vagos. Allí, además, podréis encontrar los enlaces a los canales de los que saqué este juego. 
No nos engañemos. Me copié descaradamente.

Go! 
 
11. ¿Te molestó algo de las películas?


¡Nada en absoluto! Por supuesto que la película perfecta  está únicamente en la cabeza de cada uno de los lectores y que todo se puede mejorar (los efectos especiales de la primera película, las imperdonables ausencias de la sexta, etc) pero con todo, creo que las ocho películas de Harry Potter (incluida la cuarta, que como dije es la que menos me gusta) son unas dignísimas adaptaciones. En eso, hay que reconocer el mérito de J.K.Rowling, que exigió un profundo respeto a su obra y se mantuvo todo el tiempo vigilante, asesorando a guionistas y directores para que no se fueran por las ramas.

¿Alguien sabía que en uno de los primeros proyectos para adaptar Harry Potter y la Piedra Filosofal, el mismísimo Steven Spielberg quería trasladar la historia a un instituto americano y que Rowling se negó de plano y de antemano? Pues eso.

¡Gracias J.K.!

(Que no viene al caso y tal, pero que bien harían tantos escritores en aprender de ella. Y por supuesto que no estoy hablado de Pérez Reverte y la vergonzosa adaptación de tropecientos libros del Capitan Alatriste en una sola película bien mala. Cierro paréntesis y cierro ironía).


12. ¿Cuál es tu casa?


ME DA IGUAL que en Pottermore me saliera Slytherin y que mis amigos me digan que soy una perfecta Ravenclaw. Yo soy una Hufflepuf convencida y orgullosa. Reivindico que esta casa no es el patito feo de Hogwarts, sino la que hace de este sitio un lugar mucho más tranquilo y pacífico. Además, ya lo decía Dumbledore:

"No son las habilidades lo que demuestra lo que somos, son nuestras decisiones

Y yo decido: Hufflepuf.
Me encanta este lema. No sé de dónde ha salido, pero me chifla.



13. Asignatura favorita.


Sin lugar a dudas sería Pociones y no solo porque la imparta Severus. Creo que debe ser super relajante preparar Amortensia o Felix Felicis. Por otro lado, desde niña me llamó la atención eso de mezclar líquidos en una olla para ver como cambiaba de color el mejunje y de hecho, lo hacía tan asiduamente que los botes de champú/gel/espuma/colonia/etc duraban muy poco en mi casa gracias a mis experimentos. Durante un breve periodo de tiempo sentí que mi verdadera y única vocación era la de ser científica y crear gracias a "mis pociones" la cura de todos los males. Luego supe que para llegar ahí tendría que  estudiar química a montones y se me pasó toda la tontería.  


14. Profesor favorito.


Howarts no ha tenido mejor profesor que Remus Lupin. Creo que en esto no hay discusión posible.

De todas formas el profesor Slughorn me hace muchísima gracia, pero supongo que si fuera su alumna, nunca estaría en el club Slug, sería marginada y/o ignorada por él y no me gustaría nada.


15. Qué actores te gustaría conocer.


La saga de Harry Potter ha reunido a los mejores actores británicos del momento. Admiro de forma muy especial a Kenneth Branagh (Gilderoy Lockhart) Emma Thompson (Trelawney) Maggie Smith (Mcgonagall) Rhys Ifans (Xenophilius Lovegood) Gary Oldman, Alan Rickman etc. etc. etc. Por encima de todos ellos y quizá por ser el único imposible, me gustaría haber conocido a  Richard Harris, un Dumbledore mil veces mejor que Michael Gambon, al que me gustaría poder decir que tiene la voz más maravillosa de todas las películas. 




16. Que hechizo harías en la vida real




Voy directa a Azkaban, vale, pero a mi me parece que la maldición Imperius tiene su punto. Tambien me resulta fascinante el hechizo Fidelius (el que usó el cochino de la rata de Peter Petigrew para ocultar a Harry y a sus padres).





 
17. Videojuegos de Harry Potter.


Soy una persona más que negada para los videojuegos. Quizá por eso no me han llamado nunca la atención. O a lo mejor como nunca me han llamado la atención, no he aprendido a jugar y por eso soy negada. En cualquier caso, al final estamos en las mismas: no tengo ningun videojuego de Harry Potter como tampoco tengo ningún videojuego en general.




18. Tu posición en el Quidditch.




Me ha matado esta pregunta. No puedo ser buscador por miope, ni golpeador por patosa, ni guardiana por cobarde. Diría que cazadora, pero en verdad lo que mejor se me daría es animar a mi equipo a lo Luna Lovegood.


19. Quedaste satisfecho con el final.


En líneas generales sí. Creo que todas las dudas fueron resueltas y no quedaron cabos sueltos. Ahora bien: considero innecesario para el crecimiento y la madurez de Harry y de los lectores en general, que el último libro se convirtiera en la maldita matanza de Texas. Algunas muertes, son comprensibles. Se entienden porque al fin y al cabo, es lo que tiene una guerra. Pero hubo algunas, en mi opinión, absolutamente fuera de lugar. Obviamente estoy hablando de Fred Weasley. Una muerte que me dejó en shock. Esa familia no lo merecía.
Hubiera añadido, además, un mayor reconocimiento a la figura de Snape. Llamadme loca pero que el nieto de James Potter tenga su nombre no me parece suficiente homenaje. Y de serlo, es muy discreto. Un retrato suyo en Hogwarts, alguna institución con su nombre, un capítulo para él solo en el Libro de Historia de la Magia... no sé... Algo a su altura.

Always....


20. Que significa Harry Potter para tí.


Lo más importante es que Harry Potter ha significado para mí la pérdida de muchos prejuicios. Me dí cuenta de que no pasa nada por leer un libro aparentemente para niños, ni pasa nada por engancharte a la moda que ya siguen miles de personas. No significa tener menos personalidad, ni ser una borrega. Reconocer la calidad de algo bueno no te hace menos selectivo en el resto de tus elecciones.

Como véis, a mi Harry Potter me ha quitado mucha tontería.

Con esto termina mi tag de Harry Potter. Y como no hay dos sin tres, ni mal que cien años dure, y a quien buen arbol se arrima, buena sombra le cobija.... volveré con otros juegos de este tipo, porque me ha encantado realizar este test. 

See you then!

viernes, 13 de septiembre de 2013

Tag: Harry Potter.

1ª Parte de un juego que da mucho idem

Los planetas se han alineado para que Harry Potter sea hoy noticia y yo pueda aventurarme a realizar este tag/test/lo-que-sea, sin que quede demasiado pegote. Resulta que hoy, J.K.Rowling, (la autora de esta famosa saga, algo que señalo por si alguien ha pasado los últimos 15 años en otro planeta y no relaciona nombres) ha dado a conocer que participará en el guión de la adaptación de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, un texto que "estudiaban" los alumnos de Hogwarts y que más tarde se convirtió en un libro real, que vio la luz en 2001 para el regocijo de todos los fans.

De esta forma, el universo Harry Potter vuelve a la actualidad y con esta excusa tan buena, yo me aventuro a realizar un jueguecito de 20 preguntas, que me ha llamado la atención y me ha resultado super curioso. Es obligado decir que la idea no es mía. Este test es muy popular en Youtube, y dos de los lectores que lo han realizado son El coleccionista de Mundos (te partes de risa con los videos de este hombre) y Marianna G., una chica majísima con la que ya anuncio que comparto algunas respuestas.
Antes de empezar, debo recordar que esta entrada puede estar repleta de spoilers y que para no hacerme muy pesada, he decidido dividir en dos partes el tag. 

¡Empezamos....!

1. Libro favorito


Seguramente, Harry Potter y el misterio del principe, o lo que es lo mismo, Harry Potter y el principe mestizo, que es su nombre REAL.  Creo que es el libro más completo de la saga. Desde el juramento inquebrantable, hasta el funeral de ya-sabeis-quien, el libro resulta interesante y no decae en ningún momento. En él, además, los sentimientos Ron/Hermione son MUY evidentes, algo que disfruto en cada libro.
De todas formas es injusto tener que elegir porque creo que los siete libros de la saga son una pasada.






2. Película favorita.

 Sin duda, Harry Potter y la orden del Fénix. Y lo es, gracias a su director David Yates, que creo que supo imprimir a las películas espíritu y ritmo. Prueba de ello, es que se le confió la dirección de todas las adaptaciones que restaban hasta finalizar la saga. La parte final en el Ministerio de Magia es impresionante.



3. Libro que menos te gusta.




Más injusto todavía es tener que elegir un libro como el que menos me gusta, pero si he de hacerlo digo, Harry Potter y la piedra filosofal. Para mi, la historia empieza a tener gracia cuando aparece Hogwarts, y el inicio muggle de este libro es más largo de lo que me gustaría (algo perfectamente normal, porque había que presentar la situación de Harry antes de mandarlo al colegio, pero ya me entendéis).







4. Película que menos te gusta.


Aquí tampoco tengo dudas: Harry Potter y el cáliz de fuego. Creo que no queda bien explicado lo que es un mortífago, el asunto Barty Crouch (padre e hijo), que diablos pinta Igor Karkarov hablando con Snape y un largo etc. Me da la impresión de que cualquier persona que no haya leído los libros, se perdería en esta película.  






5. Partes que te hicieron llorar.


No he llegado a llorar en ningún momento de la saga, pero reconozco que todas las escenas en las que se deja entrever la verdadera personalidad de Snape me tocan el corazón. Su muerte es injustísima, y también lo es que Lily no le diera bola y se fijara en el marronero de James Potter. Sé que esta opinión puede ser muy polémica pero es así: ¡no soporto a James!

6. Crepúsculo o Harry Potter.

Vaya por delante que solo he leído los dos primeros libros de la saga de Meyer, y que aunque quiero terminarla, tengo otras novelas antes en la lista de pendientes. Pero, de momento, prefiero muchísimo más la saga de Harry Potter. Creo que, además de ser más divertida, algo que al fin y al cabo es lo fundamental, defiende unos valores que, yo al menos, no he encontrado en Crepúsculo.

7. Personaje que intentarías conquistar.

 

Que friki resulta que diga esto, pero estoy convencidísima de que mi hombre ideal es una perfecta mezcla entre Remus Lupin y Ron Weasley. Así que cualquiera de los dos, o mejor aún, los dos a la vez, a ver cual de ellos me hacía caso. 





 8. Personaje favorito.

Desde el principio Ron Weasley (muchísimo más que Harry) y a medida que avanzaban los años, Severus Snape. Sin embargo, tengo que decir que Snape nunca me cayó mal y que nunca sospeché de él nada malo. Durante 5 libros, de lo único que se pudo acusar al profesor de Pociones fue de ser injusto y tener favoritismos con su casa (vale, ¿y qué profesor en la vida real, no tiene alumnos favoritos?) Y a medida que pasaban los libros, iba descubriendo un pasado muy duro en Severus que me llevaron a considerarle, sin duda, como el mejor personaje de la saga.

9. Tu patronus sería...

He tenido que revisar la enciclopedia de Harry Potter, para comprobar si había algun patronus que no tuviera forma de animal. No, no lo hay. Y es que no me gustan los animales, ¡lo siento! Ni los desprecio, ni los trato mal, simplemente no me agradan así que no logro identificarme con ninguno en especial. Diría que un mono, pero ¡porque me parecen los más parecidos a los humanos!




10. ¿Capa de invisibilidad, varita de sauco o piedra de la resurrección?

Me podría tirar el pegote diciendo que quiero la varita para ser mega poderosa, o decir que prefiero la capa porque no soy nada ambiciosa y me conformo con pasar desapercibida, pero a la hora de la verdad, lo más importante es la vida y no perder a tus seres queridos. Así que obviamente elijo la piedra, y estoy segura que, de existir realmente estos objetos, desprovistos de toda la literatura Harry Potter, todo el mundo optaría por lo mismo.

Y hasta aquí, la primera parte de este tag. Prometo no tardar demasiado en hacer la segunda. Hasta entonces, ¡dulces sueños!


jueves, 5 de septiembre de 2013

Una novela histórica sin cátaros y sin templarios


Buena no, buenísima.
A veces una novela desconocida, de una autora de la que nunca has oído hablar e incluso que tiene poquitas referencias en Internet te da agradables sorpresas.  Sucede poco, pero cuando pasa hay que dar a conocer la pequeña joya que has descubierto, porque no hay derecho a que haya novelas como ésta, acumulando polvo en una estantería. 


Este el caso de  Corazones Sagrados (Seix Barral) de la escritora inglesa Sara Dunant, que ha sabido combinar en su libro el rigor histórico (no en vano estudió Historia en la Universidad) con  ingredientes que deberían figurar en cualquier novela de calidad, a saber: unos personajes fascinantes, una narración cuidada, y un ritmo perfecto, in crescendo, para dejarte pegada al libro a medida que te sumerges en él.

Corazones Sagrados cuenta la historia de Serafina, una novicia que lo es contra su voluntad en la Italia del siglo XVI. En el convento se vive una particular e interesantísima lucha de poderes entre las partidarias de la ortodoxia y las defensoras de las tímidas y tradicionales libertades que hasta el Concilio de Trento habían disfrutado las monjas.  Serafina vendrá a trastocar el orden del convento y sobre todo las conciencias de dos mujeres: Zuana, la hermana que atiende el dispensario, y Chiara, la abadesa.

Los personajes.
Zuana acabó ingresando en el convento porque tras la muerte de su padre no tenía donde ir. Ha encontrado en él su casa, y en el cuidado del resto de las hermanas la razón de su existencia. Rechaza toda influencia sobre el resto de las monjas y es lo más parecido a una amiga que tiene la abadesa. Sin embargo, cuando conoce a Serafina se le encomienda cuidar de ella y en ese momento su mundo se trastoca. ¿Me lo parece a mí únicamente o Zuana se enamora de la novicia? Tal afirmación no se puede leer en ningún momento, y la propia Zuana casi nunca se cuestiona preguntas sentimentales y con todo… “hace diez semanas ni siquiera conocía la existencia de aquella joven (…) pero ahora su vida entera, incluso la del convento, al parecer, están preñadas de ella, como si el noviciado de esta muchacha fuera de algún modo una prueba en la que todos deben participar” . Si, igual me lo parece a mí, pero Zuana altera sus lealtades e incluso renuncia a lo que más quiere a favor de la muchacha, así que ¿me lo imagino?

Madonna Chiara en cambio, representa la templaza, la estrategia, la diplomacia. Su sexo y su nacimiento le impidieron ser otra cosa que abadesa, pero un personaje así merecería  ocupar un lugar como gobernante incluso en los peligrosos Siete Reinos. A Chiara la admiras, la comprendes, la amas, la odias, y la compadeces durante la novela, y al final no sabes qué es lo que  sientes por esta mujer, que intenta por encima de todas las cosas, mantener la paz en el convento. Pase lo que pase y le pese a quien le pese.

El trasfondo.
La novela no es una historia real. Pero podría serlo. Dunant realiza una construcción perfecta de la época: de la psicología de los personajes, de las costumbres y de los intereses del momento. Cuenta todo lo necesario para entender las cadenas de la Contrarreforma, sin cargar la novela de datos superfluos. La autora no parece querer exponer un listado de fechas y nombres para demostrar lo mucho y lo bien que se documenta, sino que comprende que toda esa labor debe estar al servicio de la construcción de una historia de ficción que debe enganchar por sí misma. (¡Qué bien harían algunos autores en diferenciar lo que es una novela de un listado de acontecimientos reales pero inconexos!, ¿Eh, Ildefonso Falcones?).

Al final, sin embargo, Sarah Dunant nos recuerda que muchas más mujeres de las que creemos se vieron recluidas contra su voluntad en una orden religiosa. Mujeres sin devoción que no eligieron su vida sino que se vieron casadas con Dios por no tener sus familias posibilidad de desposarlas con otro caballero. Mujeres que tuvieron la mala suerte de coincidir en el tiempo con la vuelta de la ortodoxia y la clausura más estricta. Encerradas en vida y sin una Zuana que se apiadara de ellas, o una Chiara que buscara devolver la paz a la casa de Dios.

Una novela muy recomendable. Amor, política, intrigas, amistad, misterio, sacrificio. Corazones humanos.